TE VÍ

Quería salir a pesar del frío y, aunque luego me arrepentí al llegar, al final mereció la pena. Allí estabas tú. Como siempre, muy guapo y con esa sonrisa que tanto me enamora. Las dudas me asaltaron, no sabía si acercarme o no, es que últimamente ni siquiera hablamos demasiado, pero... al final, no se impuso la razón y me acerqué. Me chocó la reacción que adoptaste, sinceramente, me esperaba un saludo distante y seco,... me sorprendiste! En ese momento me gustó, pero ahora, reflexionando, me doy cuenta, de que así lo único que consigo es alimentar falsas esperanzas que ya no me pertenecen. Lo siento, no puedo evitar esto que siento. Quiero volver a sentir el calor de tus abrazos, como lo sentí anoche, y quiero otra vez la dulzura de tus besos, no insípidos como los de anoche...

OTRA NOCHE

Te mezclas conmigo en la oscura noche. Ardiente deseo de besarte y sentirte cerca de mi cuerpo. No puedo evitar extrañarte al mismo tiempo que recuerdo cada uno de tus besos. La distancia es infinita desde tu persona hasta la mía y aún así me sigo preguntando cuando llegaré a alcanzarte. Detrás de toda causa siempre existió un ferviente deseo. Ese es mi problema, mi deseo es mi ruina. Te busco entre la gente sin hallarte. Aún no me acostumbro a no verte. Recuerdos que se amontonan y conversaciones que quedaron pendientes esperando ser escuchadas. Ya no sé si me duele o si me estoy acostumbrando a tu ausencia. Intento no depender de tu recuerdo. A veces creo que lo consigo, otras me doy cuenta de que eres como mi alimento. Eres tú y todavía no hay quien llene el vacío que quedó cuando tú te alejaste.

NO SÉ

No quiero dormir pero si lo hago no quiero despertar. ¿Podrá ser posible? Es que no quiero despertarme para comprobar que sólo te tuve durante unas horas, en mi imaginación simplemente. A veces me gustaría ser como antes de conocerte. Encontrarme sola, llamarlo a él y dejarme llevar sin controlar la situación... Tal vez, tampoco sea eso lo que quiero... no sé. Te echo de menos...

Y AHORA VECINOS....

Nunca debemos decir todo lo que pensamos aunque se sienta. Esa es mi conclusión. Supongo eso no fue precisamente lo que pensó un chico que conocí hace un tiempo (un par de años), él en ese momento si me dijo lo primero que se le vino a la cabeza, lo hizo así, sin pensar, llevado por un toque de mala leche....
Creo que él se dejó llevar por una serie de circunstancias y que no sentía realmente todo lo que decía (todavía hoy pienso que se equivocaba) y puede también que yo me asustase un poco con tanta persuasión (la verdad, es que me llegó a agobiar un poco bastante mucho con tantos mensajitos y tantas llamadas sólo para decirme que me quería, no es que un "te quiero" me asustase, pero creo que se equivocaba,)...
Lo conocí una tarde, en el autobús, de regreso a casa, a raíz de un pequeño incidente. Él se sentó conmigo y me dijo su nombre. Esa fue la primera vez que lo ví. La segunda, tan pronto como me vió se acercó con una señora y me la presentó; era su madre y le dice: mamá esta es la chica de la que te hablé- y mirándome me dice: te amo. Creí morirme de la vergüenza!!!
Después de eso empezaron los mensajes y las llamadas, claro está después de conseguir mi número puesto que yo no se lo había dado... Y siempre me decía lo mismo, que él me quería, que si me parecía tan feo para no darle una oportunidad... no le dí esa oportunidad no porque me pareciese feo (era y es guapo) pero me agobió demasiado... Su rabia no le permitió pensar en ese momento y fue entonces cuando me gritó: "Anda loca, que eres una loca, ... métete a monja". Creo que a mí nunca se me olvidará esa frase... Mi consuelo,... creo que él tampoco... y menos ahora que encima somos vecinos (casualidades que tiene la vida) y nos cruzamos continuamente en la escalera...

APRENDER....

La venda que me tapaba los ojos empieza a caerse dejándome de ese modo, ver todo lo que la oscuridad me impedía. La luz comienza a envolverme y con ella mis pensamientos van cambiando. Ya no recorro cada noche esa calle que no conducía a ningún sitio. Ya no intento verte cada día, las cosas no son iguales y empiezo a comprender donde terminan los senderos. Intento conformarme con lo que tengo. Quiero querer lo que tengo, valorarlo e intentar no perderlo. Supongo que puedo aprender a querer. Supongo que el roce hace el cariño....Supongo que si lo intento podré conseguirlo... o ¿yo no podré tener nunca un final feliz?

¿?

Caída tras caída la herida duele más. El retroceso es inevitable. Ahora ya es imposible levantarse. Nada es útil. Inconclusiones. Pérdida de ánimo. Pesadez de un alma errante que no encuentra el camino. Tiempo que corre hasta atropellar..... Silencios que se hacen eternos.... Vacíos.... Nada....

CERCA, LEJOS, .. TODAVÍA NO LO SÉ

Deshilachando recuerdos. Espantando viejos fantasmas que todavía rondan a mi alrededor. Buscando salidas de escape a todos mis problemas... y otra vez me encuentro en la misma calle, dando vueltas sin parar, sin aliento, sin descanso y perdida, como siempre, muy perdida. Las cosas cambian más cada día y el presente se me escurre de las manos sin dar tiempo a nada. Recuerdos que se alejan y se hacen más volátiles, aunque en un pequeño rincón de mi mente, algunos continúan estáticos, como viejas fotografías que no se desechan porque simplemente, si faltasen, se echarían de menos. No sé si tú perteneces a alguna de esas fotografías, lo que si sé, es que cada día estás más lejos y por una razón u otra, a veces siento que te odio, otras que aún te quiero. Sólo estoy segura de que te echo de menos. A veces creo que me gustaría volver a escuchar que soy yo en lo primero que piensas cuando te levantas, porque, aunque no fuese cierto, me alegrabas mis mañanas. Puede que todavía te quiera un poquito, aunque intento desprenderme poco a poco de tu recuerdo... hoy ya es tarde, mañana quizás esté a tiempo de desprenderme de esas fotografías que habitan ahora en mi mente.

ME DEJASTE...

Que hago con este cementerio de sueños

y con toda mi mitad,

con esta deuda de afectos

y con tanta libertad,

que hago con este insomnio en la noche

sin mi falta de apetito,

donde meto los reproches,

si tu foto si la pongo o la quito.

Le vendiste un sueño al 2 por 1

y me dejaste sólo realidad,

una casa minada de recuerdos

y el dentífrico aplastado a la mitad,

me dejaste el tiempo que perdí,

te llevaste mi despertador,

me dejaste la ropa interior que te di para quitártela,

lo que siento será cuestión de tiempo

para ver si se queda o se va.

(R. Arjona)