martes, 23 de septiembre de 2008

MIEDOS

Como perdida en el tiempo, así es como me encuentro en este momento. La rutina es el pilar básico de mi día a día. Desorientada. Como pretendo ser comprendida si ni yo misma sé lo que quiero. Prisionera de mi propia vida. Me detengo. La brújula de mi mente, está perdida, no sabe ya donde está el norte, sé perdió, se quedó colgado de tu recuerdo, anclado en el olvido. Nostalgia, tal vez sea nostalgia lo que queda... Cuanto te quiero, cuanto te odio. Sentimientos contrapuestos, que en el fondo no significan nada. Ni siquiera sé porque me detengo a pensar, si nada es lo que era, si nada va a cambiar. Ahora si sé con total seguridad que reina la indiferencia entre tú y yo, el silencio nos ganó la batalla. Quisiera no morirme de celos. Da igual si te veo o no, no puedo evitar estar llena de celos. Me asusta tu ausencia. Tengo miedo de no tenerte cerca, de no verte, miedo de todo lo que me aleja de ti. Necesito un tiempo para convertirlo en eterno cuando tú estes dentro de él. No quiero fabricarme fantasmas con todos tus silencios, pero tampoco construir ilusiones con cada mirada, con cada palabra. ¿Qué puedo hacer con mi vida? ¿No se supone que el tiempo todo cura, todo destruye, todo mata? ¿Cómo borrar lo que más quieres, sin luego echarlo de menos?

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